En el año 2015 Senderos de Maíz inicia el Programa de atención, rehabilitación e inclusión de personas con discapacidad visual en el departamento de Sololá. En Guatemala las personas con discapacidad acceden en menor porcentaje a la educación, disminuyendo además de forma progresiva su acceso a niveles educativos más altos. Este hecho es aún más grave en las personas con ceguera o baja visión, pues por la falta de un proceso adecuado de rehabilitación, manifiestan un retraso en sus habilidades y destrezas motoras, dificultades en su movilidad y autonomía (tanto en su hogar, como en su comunidad), además de otras dificultades más propias de su aprendizaje cognoscitivo, debido sobre todo a la falta de profesionales capacitados para enseñarles.
Durante los años 2012 y 2013 el Ministerio de Educación, la Asociación de Capacitación y Asistencia Técnica en Educación y Discapacidad (ASCATED), con el apoyo financiero del Fondo Once para América Latina (FOAL) pusieron en marcha pequeños centros recurso con materiales básicos para la enseñanza de personas no videntes, y realizaron una formación básica a docentes sobre este tema. Pero por falta de recurso humano mantenido y falta de compromiso, dichos centros recurso no se mantuvieron operativos, ni llegaron a conseguir su objetivo de atender, rehabilitar e incluir a los estudiantes ciegos y con baja visión en las escuelas regulares. Es por ello que Senderos de Maíz inicia en 2015 este programa para brindar atención en rehabilitación a personas con discapacidad visual, como camino para que las niñas/os no videntes en edad escolar pudieran ser incluidos en el sistema educativo regular y recibir así una educación de calidad.
Actualmente nuestro proyecto cuenta con dos sedes de rehabilitación para personas no videntes: la primera está ubicada en la comunidad de Santa Cruz Quixayá (San Lucas Tolimán) y la segunda sede en el municipio de Panajachel (dentro de la Escuela Central de dicho municipio). En estas dos sedes se brinda rehabilitación este año 2017 a 26 personas con discapacidad visual y baja visión, de cualquier edad y grado académico. Los usuarios son atendidos por un profesor con discapacidad visual, junto a dos docentes videntes. En estas sedes los estudiantes reciben diferentes áreas de formación: braille, ábaco, orientación y movilidad, expresión artística y computación. Además los docentes se desplazan a sus propias casas y comunidades para enseñarles actividades de la vida diaria y reforzarles la autonomía de forma práctica.
Cuando los estudiantes tienen ya conseguidas unas habilidades adecuadas en rehabilitación, se fomenta su inclusión en escuelas de su comunidad, manteniendo la asistencia a los centros de rehabilitación 1 o 2 veces en semana, mientras que el resto de los días acuden a la escuela regular. Los docentes de nuestro programa realizan acompañamiento en dichas escuelas, para formar a los maestros en metodologías de enseñanza para estudiantes con discapacidad visual, además de brindar clases de refuerzo a los estudiantes ciegos y concientizar a la comunidad educativa sobre el derecho a la educación de las alumnas/os no videntes. Para ello se desarrollan charlas y talleres de concientización a padres y madres de familia, a docentes y directores en servicio, con el objetivo de trabajar la educación inclusiva con un enfoque de derechos.
Además en nuestra oficina de Panajachel se llevan a cabo cursos de capacitación sobre metodologías de enseñanza para personas no videntes, dirigidos a un grupo de maestras y maestros interesados, lo cual facilitará mucho su labor cuando tengan niñas/os ciegos o con baja visión incluidos en sus aulas.